domingo, 3 de abril de 2011

¿PORQUE ES PATRIMONIO EL PATRIMONIO?

Durante la semana pasada se realizó en Iquique la I Reunión Técnica Iglesias del Altiplano organizada por el CMN y el MOP la que se enfocó en discutir las relaciones entre la puesta en valor de las iglesias patrimoniales de las I, II y XV regiones y el rescate y preservación del patrimonio arqueológico que en ellas se encuentra. En ese contexto se hizo evidente que es necesario avanzar en comprender más claramente porque dichos monumentos históricos y arqueológicos son efectivamente un Patrimonio de la Nación, más allá de hecho evidente que en Chile la ley define por que todo lo arqueológico es Patrimonio del Estado.

Para todos parece obvio que evidencias de cultura material de pasado, ya sean iglesias, sitios arqueológicos o colecciones en museos, son Patrimonio en la medida que son bienes de los cuales es posible obtener algún provecho económico. Estos monumentos suelen ser una atracción para el público, ya sea por razones educativas, de goce estético o simplemente de esparcimiento, por la cual pueden ser incorporados dentro de circuitos turísticos y convertirse en un factor de desarrollo. De esta manera el Patrimonio es tal en la medida que tiene un valor posible de transar. Hoy es evidente que para el Estado ésta es la concepción del Patrimonio que parece más significativa, lo que es evidente en las decisiones de inversión en la restauración y puesta en valor de Monumentos, donde la principal características de dichos Monumentos es que tengan una rentabilidad.

En un plano más complejo el Patrimonio es reconocido como un factor de identidad cultural. Los Monumentos son parte del entorno cultural en que los individuos de una sociedad se crían, es uno de los elementos que dibujan el escenario donde se forma el habitus y, por lo tanto, es Patrimonio en la medida en que es constituyente de la propiedad cultural de las personas. Este valor patrimonial en tal vez menos universalmente reconocido en Chile, especialmente cuando se trata de monumentos de origen no europeo, ya sea precolombino o indígena. En la ideología dominante en Chile evidentemente es parte de la identidad de un habitante de Santiago lugares como la iglesia de San Francisco o el Museo de Bellas Artes, pero tal vez no el pukara de Chena la cueva de Piuquenes. En algunas regiones, sin embargo, los Monumentos arqueológicos sí son claramente reconocidos como un Patrimonio en este sentido, especialmente en el Norte Grande, donde geoglifos, arte rupestre o pukaras probablemente sí están incrustados en la cultura de sus habitantes. Rapa Nui en este sentido es obviamente una realidad a parte.

Por último existe una concepción del Patrimonio escasamente reconocida a nivel público o de las políticas estatales. Este nivel tiene que ver exclusivamente con el conocimiento científico sobre el pasado, cuestión que al contrario de lo que muchos piensan no es una cuestión de interés únicamente de arqueólogos o historiadores. Esto se relaciona con eventos ocurridos a finales del siglo XIX cuando Marx, Darwin y otros pensadores cambiaron la fuente para nutrir la discusión sobre la condición humana, desde la filosofía y la religión a la historia. De esta manera, detrás del aparente sinsentido de la acumulación de conocimiento científico sobre la historia y la prehistoria está una de las bases para pensar y discutir la condición en que los humanos vivimos en el presente y, de este modo, construir una utopía para el futuro. En esta visión, la cultura material del pasado es Patrimonio en la medida que a partir de ella podemos intentar comprender situaciones sociales distintas a las actuales, ya sean porque el registro escrito, con fuerte tendencia a ser una versión oficial, lo ha ignorado o simplemente porque han desaparecido. En esta línea, el registro arqueológico es Patrimonio porque es la única manera de acceder a formas de vida social actualmente imposibles de aprender por otros medios y que nos brindan un inmejorable medio de contraste para nuestra propia existencia. Los seres humanos somos historia y no es un simple eslogan el hecho que la única manera de avanzar es mirar hacia atrás.

Luis E. Cornejo B.
03 Abril 2011